L'accès à Internet en Afrique El acceso a Internet en África es un desafío estratégico, en la encrucijada de dinámicas económicas, sociales y tecnológicas. En un continente caracterizado por un rápido crecimiento demográfico y una urbanización en plena expansión, el desarrollo de infraestructuras digitales es una palanca clave para acelerar la transformación económica, fomentar la innovación y mejorar el acceso a servicios fundamentales como la educación, la salud o las finanzas.
A pesar de los avances significativos logrados en la última década, gracias especialmente a la rápida penetración del Internet móvil y al creciente aumento de las inversiones en cables submarinos y fibra óptica, persisten profundas disparidades entre países, regiones y poblaciones. Los desafíos relacionados con la conectividad son numerosos: infraestructuras insuficientes, altos costos de acceso, desigualdades entre zonas urbanas y rurales, vulnerabilidades de las redes y problemas de ciberseguridad.
Al mismo tiempo, están surgiendo muchas oportunidades, capaces de transformar el paisaje digital. El dinamismo de las fintech, el auge de la innovación digital, el compromiso de los actores públicos y privados, así como el fortalecimiento de la cooperación internacional, sitúan a África en una fase crucial de su transición digital. La evolución del ecosistema tecnológico africano abre el camino hacia una inclusión digital más amplia y equitativa, siempre que se superen efectivamente las barreras estructurales que siguen obstaculizando el acceso universal a Internet.
Los desafíos del acceso a Internet en África
Una falta crítica de infraestructura
La falta de infrastructuras sigue siendo un gran obstáculo para el acceso igualitario a Internet en el continente. En 2023, solo el 34 % de los africanos utilizaba Internet, frente al 66 % de la población mundial, según Union internationale des télécommunications. Este retraso es especialmente notable en las zonas rurales, que a menudo carecen de redes móviles o conexiones de fibra óptica.
World Bank estima que el 45 % de la población africana vive a más de 10 kilómetros de una red de fibra óptica, lo que dificulta extender una conectividad de calidad a las zonas remotas.
El alto costo de acceso
El costo de los data mobiles en África Subsahariana, sigue siendo de las más altas del mundo. En 2024, el precio medio de un gigabyte de datos móviles representaba el 3,5 % del ingreso mensual per cápita promedio, muy por encima del umbral de asequibilidad del 2 % recomendado por las Naciones Unidas para considerar el acceso a Internet como asequible.
Las disparidades entre países son llamativas, aunque initiativas (local e internacional) y soluciones están implementando medidas para reducirlas:
- Guinea Ecuatorial: los usuarios pagaban 35,5 USD por 1 GB de datos, una de las tarifas más altas del mundo.
- Malaui: los suscriptores se beneficiaron de tarifas más asequibles, con un costo de aproximadamente 0,38 USD por 1 GB, situándose entre los países con los precios más bajos.
Estas disparidades de precios y la disparidad de precios y la penetracion desigual del Internet movil se deben a varios factores:
- Infraestructura limitada: alrededor del 45 % de la población de la región vive a más de 10 kilómetros de una conexión de fibra óptica, lo que dificulta el acceso a servicios de datos asequibles.
- Falta de competencia: los países con menos de dos operadores móviles tienen un precio medio de 1 GB de 13,03 USD, mientras que aquellos con cuatro o más operadores ofrecen tarifas promedio de 5,25 USD.
- Políticas fiscales: los altos impuestos sobre los servicios de telecomunicaciones aumentan el costo final para los consumidores.
Esta información ilustra los persistentes desafíos relacionados con el costo del acceso a Internet en África y pone de manifiesto la necesidad de iniciativas destinadas a reducir estos precios para promover una inclusión digital más amplia. Estas cifras provienen de diversas fuentes como laAgence Ecofin y Sputnik News.
Desigualdades entre las zonas urbanas y rurales
Este desequilibrio alimenta la brecha digital, que dificulta el acceso equitativo a la información, la educación y los servicios administrativos.

La conectividad está muy polarizada entre las grandes ciudades y las zonas rurales. Mientras que capitales como Nairobi, Kigali y Abiyán cuentan con redes 4G e incluso 5G, millones de africanos que viven en zonas rurales todavía no tienen acceso a redes móviles o solo cuentan con una cobertura de señal muy débil. SegúnAlliance for Affordable Internet (A4AI) , más del 70 % de las zonas rurales en África Subsahariana siguen estando mal cubiertas por redes móviles. Esta falta de cobertura alimenta la brecha digital, dificultando el acceso a la información, la educación y los servicios administrativos para las poblaciones rurales.
La falta de infraestructura, principalmente debido a los altos costos de instalación en zonas remotas, explica esta disparidad. Las compañías de telecomunicaciones priorizan las áreas urbanas rentables, dejando atrás las zonas rurales. Esta desigualdad en el acceso a Internet impide que millones de personas aprovechen los beneficios de la conectividad, especialmente en sectores clave como la educación y la atención médica remota, lo que agrava las desigualdades sociales y económicas.
Vulnerabilidad de la infraestructura
La dependencia de Africa a los cables submarinos lo que la hace altamente vulnerable a interrupciones del servicio. Como se muestra en el reportaje de Internet Society , en marzo de 2024, un deslizamiento de tierra frente a la costa de Costa de Marfil dañó simultáneamente cuatro cables submarinos principales: ACE, SAT-3, WACS y MainOne. Este incidente provocó cortes masivos de Internet en varios países de África Occidental, incluyendo Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Níger, Nigeria, Namibia, Togo y Sudáfrica.
Los países con múltiples conexiones o Puntos de Intercambio de Internet (IXP) pudieron mantener cierta conectividad, lo que resalta la importancia de la redundancia en la infraestructura. Este evento subrayó la necesidad urgente de desarrollar alternativas locales y regionales para fortalecer la resiliencia de las redes africanas frente a fallos en los cables submarinos.
Como podemos ver en un artículo de Internet Society, el proyecto Djoliba, lanzado en 2020, tiene como objetivo conectar nueve países de África Occidental a través de una red de fibra óptica, mejorando así la resiliencia y redundancia de la infraestructura.
Además, el aumento de las inversiones en centros de datos y el desarrollo de IXPs locales contribuyen a reducir la dependencia de los cables submarinos y a mejorar la resiliencia general de la red.
En conclusión, para fortalecer la resiliencia de la infraestructura de Internet en África, es crucial diversificar las rutas de conectividad, invertir en infraestructuras locales y regionales, y promover el desarrollo de IXPs.
El problema de acceso a la electricidad
El acceso a la electricidad es un desafío importante para el desarrollo digital en África. Más de 600 millones de personas en África Subsahariana no tienen acceso a electricidad confiable, según laAgence internationale de l'énergie. Esta situación hace que el uso de Internet sea imposible o extremadamente limitado, especialmente en las zonas rurales donde falta la infraestructura energética. Incluso en las zonas electrificadas, los frecuentes cortes de energía, que pueden durar hasta 20 horas por semana en ciertas regiones, afectan los servicios digitales esenciales.

IAdemás, el alto costo de la electricidad, tres veces más caro que en otros países en desarrollo, constituye una barrera adicional. Esto dificulta el acceso a los servicios digitales para muchas familias y empresas. La situación se agrava por la dependencia de fuentes de energía costosas y no renovables. Por ejemplo, el suministro energético poco fiable interrumpe la cobertura móvil y la calidad de Internet, un problema destacado porInternational Telecommunication Union (ITU) en2023.
Para hacer frente a esto, están surgiendo iniciativas como las mini redes solares, pero estas soluciones siguen siendo limitadas y costosas. Por lo tanto, mejorar el acceso a la electricidad, especialmente mediante fuentes locales de energía renovable, es crucial para una adopción más amplia de Internet en todo el continente.
Oportunidades de desarrollo
Internet móvil: un acelerador de la inclusión
El Internet móvil se ha convertido en un motor clave de la inclusión digital en África, gracias en particular al auge de los smartphones y las redes 3G/4G. En 2024, más del 70 % de las conexiones a Internet en el continente se realizan a través de dispositivos móviles, lo que permite el acceso a poblaciones que a menudo están excluidas de la infraestructura fija.
Con más de 500 millones de suscriptores en África Subsahariana, la movilidad digital tiene un impacto significativo en países como Kenia, donde servicios como M-Pesa han revolucionado el acceso a los servicios financieros, o en África Occidental con plataformas como Wave. Estas soluciones responden a necesidades esenciales, ya sea en finanzas, salud o educación.
A pesar de estos avances, persisten obstáculos, especialmente el costo de los datos. Aunque los precios han disminuido, África Subsahariana sigue siendo una de las regiones donde el acceso a Internet móvil es relativamente caro. Esto dificulta la adopción masiva y limita los beneficios de una mayor conectividad. Los esfuerzos deben centrarse en reducir estos costos y mejorar la calidad del servicio para fortalecer la inclusión digital.
La revolución fintech: transformar el acceso a los servicios financieros
El sector fintech en África está experimentando un crecimiento exponencial, impulsado especialmente por el auge de los pagos móviles. Servicios como M-Pesa en Kenya, Wave en Senegal, y Flutterwave en Nigeria permiten a millones de personas, principalmente no bancarizadas, acceder a servicios financieros esenciales superando las barreras geográficas. Según el informe de la GSMA (2023), África Subsahariana representa más de dos tercios del volumen global de transacciones de dinero móvil, lo que refleja la masiva adopción de estos servicios en la región.
Este desarrollo ayuda a reducir el aislamiento financiero de las poblaciones rurales y desfavorecidas. Al facilitar el acceso a servicios como transferencias de dinero, pago de facturas y préstamos móviles, estas innovaciones mejoran la vida de millones en zonas donde las instituciones financieras son escasas. Sin embargo, la rápida expansión del sector fintech no está exenta de desafíos. Las cuestiones regulatorias, la seguridad de las transacciones y la protección de datos siguen siendo preocupaciones importantes para garantizar un crecimiento sostenible del mercado de pagos móviles. Un informe de GSMA (2024) Destaca que una regulación adecuada y una mayor inclusión digital son factores clave para permitir que los servicios fintech alcancen su máximo potencial.
Modernización de la infraestructura: fortaleciendo la arquitectura digital del continente
África está invirtiendo cada vez más en la modernización de su infraestructura digital para reducir las desigualdades en el acceso a Internet y apoyar el crecimiento económico. Las inversiones en cables submarinos juegan un papel crucial en la reducción de los costos de conectividad. Por ejemplo, el cable Equiano, lanzado por Google en 2021, conecta África Occidental con Europa y se espera que reduzca significativamente los costos de conectividad en los países involucrados. Según un Google reportaje, este cable aumentará la capacidad de ancho de banda de África Occidental entre un 20 y un 30 %, lo que promoverá el acceso a servicios digitales y estimulará las economías locales.
Proyectos como 2Africa, otro cable submarino, respaldado por Meta, China Mobile y otros socios, tiene como objetivo ampliar la cobertura de Internet en todo el continente africano. Se espera que este cable, que estará operativo para finales de 2025, conecte varios países africanos, lo que debería reducir los precios de Internet y mejorar la velocidad de conexión.
Mientras tanto, los centros de datos regionales están creciendo rápidamente. Empresas como Microsoft y Amazon Web Services (AWS) han comenzado a establecer centros de datos en África, lo que mejorará la resiliencia de la red y ofrecerá nuevas oportunidades para la innovación local. Se espera que para 2025 el mercado de centros de datos en África crezca un 12 % anual.
Estas inversiones en infraestructura tienen un enorme potencial para impulsar el crecimiento digital en África. Sin embargo, para que estos beneficios lleguen a toda la población, es esencial que los gobiernos africanos y los actores privados colaboren para mejorar la regulación y garantizar un acceso equitativo a la tecnología.
Políticas públicas e iniciativas privadas
Los gobiernos africanos han tomado iniciativas para estimular la transformación digital, con políticas, así como iniciativas privadas e inversiones internacionales, dirigidas a reducir la brecha digital y a mejorar la infraestructura. Por ejemplo, Kenia ha implementado una política para la expansión de la fibra óptica, especialmente en las zonas rurales, para ampliar el acceso a Internet.
Grandes empresas como Google y Meta están apoyando activamente estas iniciativas. Google, con su cable submarino Equiano, ya ha mejorado la conectividad para varios países de África Occidental y ha reducido el costo del ancho de banda. Meta está trabajando en la expansión de las redes 5G y apoyando a las telecomunicaciones locales.
Estas colaboraciones entre los sectores público y privado son esenciales para desarrollar un ecosistema digital sólido, pero la implementación de estos proyectos requiere una acción coordinada a largo plazo.
Impacto socioeconómico de la conectividad
Transformación de la educación

El acceso a Internet tiene un impacto directo en la mejora de la educación en África, especialmente en las zonas rurales donde el acceso a recursos educativos es limitado. Plataformas de recursos en línea, como DataCup, permiten a los niños acceder a contenido educativo sin conexión, lo cual es esencial en áreas con conectividad limitada.
Además, la integración de tecnologías digitales en las escuelas africanas, como en Ruanda, fomenta una mayor inclusión. El gobierno ruandés, por ejemplo, ha lanzado iniciativas destinadas a introducir herramientas digitales en la educación, brindando así a los estudiantes la oportunidad de desarrollar habilidades digitales cruciales para el futuro.
Iniciativas globales como Khan Academy y Coursera ofrecen cursos gratuitos y accesibles, permitiendo a los jóvenes africanos mejorar sus habilidades y acceder a una educación de calidad, sin importar su ubicación geográfica.
El desarrollo de la salud digital
El auge de la tecnología digital está transformando gradualmente el sector de la salud en África al facilitar el acceso a la atención médica en zonas remotas. Los servicios de telemedicina, como los ofrecidos por mPharm (Ghana, Nigeria, Kenya…), permiten a los pacientes consultar a médicos de forma remota, reduciendo así las desigualdades en el acceso a la atención primaria.
Aplicaciones móviles como Ada Health y Vezeeta, ofrecen servicios de diagnóstico, agendamiento de citas y seguimiento médico, accesibles a través de un simple teléfono inteligente. Según un informe de GSMA (2023), el 50% de los servicios de salud electrónica en África Subsahariana ahora son accesibles mediante dispositivos móviles, convirtiéndolos en un canal clave para llegar a poblaciones remotas.
Finalmente, las herramientas digitales facilitan la recopilación de datos de salud, la vigilancia de epidemias (como se demostró con la COVID-19) y la optimización de recursos médicos, fortaleciendo la eficiencia de los sistemas de salud.
Inclusion economica y empleo
TLa expansión del acceso a Internet está fomentando el surgimiento de nuevas formas de empleo y actividades económicas en África. El comercio en línea, los servicios digitales y las plataformas de trabajo independiente permiten a millones de jóvenes esquivar el desempleo estructural. Según el World Bank (2024), el sector digital podría crear hasta 230 millones de empleos en África para 2030, siempre que las inversiones en habilidades e infraestructura sigan el ritmo.
Plateformas como Worknasi en Tanzania o Gebeya en Etiopia cconectan a los freelancers africanos con clientes internacionales, mientras que la formación en línea accesible a través de móviles fortalece las habilidades digitales de los jóvenes, tal como lo hace ALX Africa en varios países. Según un informe de la Société Financière Internationale (IFC) and Google, la economía digital africana podría generar hasta 180 mil millones de dólares en valor económico para finales de 2025, lo que representaría alrededor del 5.2% del PIB del continente, siempre que continúen las inversiones en infraestructura y habilidades digitales.
El acceso a Internet contribuye así al empoderamiento económico, especialmente entre los jóvenes y las mujeres, al hacer que el emprendimiento y la formación sean más accesibles, incluso en áreas previamente marginadas.
Ejemplos de proyectos e iniciativas
Varios proyectos innovadores están contribuyendo a mejorar el acceso a Internet en África. Datacup.io/, por ejemplo, permite a las escuelas rurales acceder a recursos pedagógicos y profesionales sin necesidad de conexión a Internet, gracias a un servidor local pre-cargado. Esta solución ya se implementa en regiones rezagadas de Kenia, Ghana o Togo, y cuenta con asociaciones con instituciones reconocidas como la UNESCO, AFD, o la Fundacion SOS Village d’Enfants.
Otra iniciativa importante es el proyecto Konnect Africa liderado por Eutelsat, que despliega servicios de Internet mediante satélites para llegar a zonas aisladas. Este servicio busca ofrecer acceso a Internet de banda ancha a hogares y pymes en más de 20 países africanos, especialmente en Camerún, Burkina Faso o Benín, con ofertas adaptadas a las necesidades locales.
Finalmente, M-Pesa, lanzado en Kenia por Safaricom, ha transformado la inclusión financiera en África. El servicio permite a millones de personas realizar pagos o enviar dinero a través de sus teléfonos móviles sin necesidad de una cuenta bancaria. En 2023, M-Pesa contaba con más de 50 millones de usuarios en siete países africanos.
Conclusion
El acceso a Internet en África representa tanto un desafío importante como una enorme oportunidad. Aunque el continente enfrenta obstáculos significativos, especialmente en términos de infraestructura, costos, acceso a electricidad y resiliencia de las redes, las dinámicas actuales revelan un considerable potencial. El auge del Internet móvil, las innovaciones locales como DataCup.io y las inversiones en infraestructura digital demuestran que un futuro conectado está al alcance, siempre que haya un compromiso firme por parte de los gobiernos, el sector privado y los socios internacionales. Con una estrategia inclusiva y sostenible, África tiene los medios para posicionarse como un actor clave en la economía digital global.